
El novillero extremeño tomará la alternativa el próximo 3 de septiembre en Bayona con Manuel Escribano de padrino y Emilio de Justo de testigo
Debutó con picadores en tierras francesas (Garlin) en 2018 y estos cinco años en el escalafón los recuerda como “una etapa bonita y dura, en los que ha habido triunfos, cornadas y parón”, pero sobre todo, cinco años en los que “aparte de profesionalmente, también he crecido mucho como persona”.
Un torero al que lo que más le define “es la naturalidad y la sencillez tanto en la cara del toro como en la vida diaria”. Esos aspectos se frenaron en seco, en los ruedos, en la época de la pandemia “que hizo un hoyo en mi carrera pero del que he sido capaz de salir y ahora mismo me encuentro a cuatro días de tomar la alternativa”.
En esta temporada 2023 han llegado las plazas de primera, exceptuando Zaragoza que ya la pisó en 2018 pero la espera ha merecido la pena porque “creo que primero es fundamental rodarse en las plazas pequeñas para ir cogiendo ese oficio que requiere esta profesión”. El oficio del torero no tiene que ir rápido “hay que saber administrar los tiempos, saber esperar, ir cuajándote”, aunque a día de hoy “el toreo, sobre todo para los novilleros, ha hecho que sea fundamental ir primero a plazas de primera para luego poder torear en los pueblos”.
Ha pasado por dos Circuitos de la Liga Nacional de Novilladas. En el año 2021 participó en el Circuito de Madrid y en esta temporada en el de Extremadura (en su primera edición). Está agradecido a estos certámenes “porque la Fundación está haciendo un gran trabajo para sacar novilladas, nos está ayudando a darnos a conocer a muchos novilleros” y deja el deseo “de que este tipo de certámenes se instauren porque son totalmente necesarios”.


Desde sus inicios ha tenido al lado a una figura del toreo, su tío Juan Mora, algo “fundamental para mí”, porque los sentimientos y las sensaciones “que me trasmite son muy positivas para buscar en mí un crecimiento cada vez mayor”, siendo consciente de que “para mí tenerlo a mi lado es un privilegio” y dejando un deseo para el futuro: “espero que para él algún día también lo sea”.
Si en estos momentos estuviese delante del Alejandro Mora que en 2018 iba a debutar con caballos, le diría “que se arme de paciencia, que lleve su camino con la mayor rectitud posible y de una forma lo más sincera”.
El próximo domingo llega el momento más esperado, la alternativa, en la plaza de toros de Bayona, con Manuel Escribano de padrino y Emilio de Justo de testigo ante los toros de Zacarías Moreno. Tiene claro “que es un día especial y hay que vivirlo como tal”. En su deseo está “dar una tarde bonita de toros y que la gente salga hablando de Alejandro Mora”.
El lugar y la fecha escogidos es porque “las circunstancias así lo han determinado y estoy muy orgulloso de que sea allí”. A la afición francesa les guarda mucho aprecio, “ellos me han sabido valorar mucho, mi última novillada sin caballos fue allí, la primera con caballos fue en Francia y es un honor que mi primera corrida de toros también sea allí”.
